Los seres humanos han pintado para conmemorar sus vidas desde la Edad de Piedra, utilizando técnicas que perduran hasta nuestros días.
Las primeras obras maestras se observaron en las cuevas. Las paredes y techos de estas cuevas están cubiertos de pinturas, con tonos rojos, marrones, amarillos y negros creados a partir de minerales en polvo, probablemente mezclados con sangre y grasa animal. Los temas son principalmente los animales de caza: bisontes, ganado salvaje, caballos y ciervos. Muchas de las pinturas se encuentran en las profundidades de las cuevas, en recovecos oscuros.
La historia de la pintura incluye una amplia gama de influencias de diversas culturas y religiones. El arte africano, el islámico, el indio, el chino, el coreano y el japonés han influido significativamente en la historia de la pintura.
La pintura china es una de las tradiciones artísticas continuas más antiguas del mundo. Las primeras pinturas no eran representativas sino ornamentales; consistían en patrones o diseños más que en imágenes. Las primeras cerámicas se pintaban con espirales, zigzags, puntos o animales.
En las dos primeras décadas del siglo XX surgieron varios movimientos importantes; futurismo (Balla), arte abstracto (Kandinsky), Der Blaue Reiter), Bauhaus, (Kandinsky) y (Klee), Orfismo, (Robert Delaunay y František Kupka), Sincromismo (Morgan Russell), De Stijl (Mondrian), Suprematismo (Malevich), Constructivismo (Tatlin), Dadaísmo (Duchamp, Picabia, Arp) y Surrealismo (DeChirico, André Breton, Miró, Magritte, Dalí, Ernst).
El arte abstracto es el arte que no intenta representar una representación exacta de una realidad visual, sino que utiliza formas, colores y marcas gestuales para conseguir su efecto.