Tanto si quiere tener arte para llenar las paredes blancas, impresionar a los clientes o motivar a los empleados, elegir el arte mural de la oficina puede ser difícil.
¿Qué quiere que piensen sus clientes cuando entren en su oficina? ¿El arte mural de su oficina transmite su marca y su cultura o parece una empresa más sin rostro?
Es fácil olvidar la importancia de la decoración de la oficina para dejar una buena primera impresión.
El arte siempre es una buena forma de iniciar una pequeña charla: la historia de la creación de esa obra maestra o lo que el arte significa para la empresa puede ser una agradable introducción a cualquier reunión y un buen tema de conversación, porque a todo el mundo le gustan las historias. Es más, no importa si tu obra de arte es grande y sobredimensionada o diminuta. Pero seguro que un cuadro grande impresionará más a una persona que uno pequeño.
Hoy en día, los cuadros de oficina se están popularizando en todo el mundo. Las obras maestras grandes y sobredimensionadas son los cuadros más buscados entre las empresas grandes y famosas. ¿Sabe que la mayoría de las empresas consideran que tener una obra maestra en su oficina es imprescindible? Por ejemplo, JP Morgan tiene obras de arte de todos los países en los que opera y LinkedIn utiliza artistas locales en sus oficinas.
El principal problema de este tipo de oficinas es elegir la mejor pintura de oficina, ya que debe ser un complemento perfecto para la decoración de su oficina que refresque sus paredes y tenga un diseño atractivo. Algunos empresarios dejan que sus empleados elijan obras para su espacio de trabajo que encajen con la decoración y la identidad corporativas.
Al elegir una pintura de oficina, lo primero que debe pensar es en su color. El color desempeña un papel fundamental. Todo el mundo sabe que el color tiene un efecto psicológico.
Por ejemplo, los colores naranja o amarillo te hacen pensar más rápido y crean un ambiente de trabajo, mientras que el azul crea una atmósfera de meditación.