La misteriosa palabra "hygge" tiene orígenes daneses y se traduce como felicidad, alegría, “comodidad”. En otras palabras, es la felicidad de vivir en un hogar acogedor, y cada uno de nosotros puede crear esa felicidad por sí mismo, decorando adecuadamente el interior y eligiendo los elementos decorativos necesarios para lograr la sensación de “hygge”: pinturas, textiles, estatuas, flores, etc.

El estilo hygge en el interior, con su ambiente envolvente de calidez y paz, es adecuado para cualquier clima exterior, pero en la temporada de entretiempo nublada o en invierno, es simplemente irremplazable. El interior hygge no se trata tanto de los componentes materiales, sino de la atmósfera: la cercanía de los seres queridos, la sensación de hogar, el estar aislado del ajetreo del mundo y sumergirse en la serenidad y la paz. El interés en este estilo de vida y en estas ideas crece día a día, especialmente entre las personas cuya vida es ocupada y agitada.




Para entender la filosofía del estilo escandinavo, es necesario conocer el clima y el carácter de los escandinavos. Sus horas de trabajo son cortas, el clima es severo, los inviernos son largos y los veranos son frescos, lo que significa que la gente pasa la mayor parte de su tiempo en casa rodeada de su familia. Además, la amigabilidad con el medio ambiente es una parte integral de la filosofía hygge, por lo que se utilizan materiales naturales en la decoración de los espacios: madera, piedra, cuero, cerámica, pieles. Los productos hechos a mano tienen un lugar especial en el interior hygge. El cuero o ante desgastado, la madera y el metal son una tendencia única del hygge.
Debido a la escasez de luz solar, los tonos claros naturales predominan en el diseño de la habitación. Con su sobriedad, establecen el estilo general de encanto y paz. El color de las paredes en una habitación así es una paleta de tonos pastel. Es posible introducir acentos más saturados, como pinturas en colores naturales profundos: azul oscuro, el color de la vegetación madura o burdeos vino, con la adición de blanco y gris claro agradable.





El color más popular en el estilo escandinavo es, sin duda, el blanco. La razón es que los tonos cálidos absorben la luz, que ya es insuficiente, mientras que los tonos fríos la reflejan. Como resultado, el espacio se llena de luz y se expande visualmente.


Sala de estar en estilo hygge
El concepto de hygge en la sala de estar es la sobriedad y la comodidad. Por eso, un sofá acogedor de forma simple rodeado de mantas de punto y cojines coloridos, así como una gran pintura sobre el sofá que represente un paisaje escandinavo único —ya sea mar o montañas— será el corazón de tu sala de estar hygge.
El amor por los cojines de diversas formas y tamaños también es una característica distintiva de los interiores del norte. Cuadrados o redondos, peludos o suaves, lisos o coloridos —tú decides. Un encanto especial se añade al interior mediante las pinturas, sin importar su tamaño —grande o pequeño— que armonicen con los colores del decorado textil.




Hygge en el interior del dormitorio
Una cama amplia, sábanas suaves, mantas acogedoras — son atributos de un dormitorio hygge. Asegúrate de añadir grandes alfombras de punto y sábanas lisas, estanterías de madera y metal, velas y, por supuesto, pinturas enmarcadas.






Habitación infantil en estilo hygge
Utiliza madera de tonos claros para la decoración y organiza áreas de almacenamiento para juguetes con cestas de mimbre y estantes. Los dibujos y pequeñas pinturas en la pared se verán adorables y apropiados.




Recuerda que con la ayuda de pequeños acentos, el interior de cualquier espacio se llena de alegría, y la sensación de felicidad deseada por el propietario se manifiesta.